Gripe en Pediatría: Mitos y errores sobre la gripe y su vacuna.

Es curiosa y  única la percepción de la gripe pues en ella se agrupan varias características erróneas e incluso contradictorias:

Es una enfermedad sobrediagnosticada: en otoño-invierno casi a cualquier enfermedad con moco, tos, estornudos o décimas se le etiqueta como gripe.

Es una enfermedad poco conocida -y no me refiero a los pacientes, que no tienen porqué conocerla, igual que yo no tengo que saber de las bujías del coche (ni sé, ni quiero, ni pienso saber, que para eso están los mecánicos)-, sino incluso por nosotros los profesionales, pese a que el diagnóstico es relativamente fácil de hacer en adultos, adolescentes y niños no muy pequeños, como explico más abajo.

Es una enfermedad injustamente infravalorada: es muy leve, no pasa nada, sólo cuidado con los abuelos pero ya se  vacunan ellos, nunca es grave, ningún joven lo pasa mal o fallece, etcétera.

Existen muchos mitos infundados sobre la vacuna de la gripe.

¿Que resulta de ese cóctel explosivo? Pues una explosión. A montones de pacientes se les diagnostica gripe ante un catarro y a veces ese diagnóstico se repite una y otra vez durante el otoño-invierno, se hayan vacunado o no y claro... la vacuna no sirve, la vacuna me produjo síntomas como la gripe (imposible, luego lo explico), me dio la gripe más fuerte porque me vacuné, etcétera.

Veamos:

Errores sobre la gripe enfermedad.

El nombre de gripe viene a través del francés y suizo y quiere decir "postrado", o sea, "hecho polvo".

La gripe de verdad da fiebre alta, usualmente de golpe y no poco a poco, como sucede con los catarros; muchas veces la fiebre es anterior a los síntomas respiratorios como tos y moco; hay dolores musculares y como se dijo antes postración, dolores musculares (mialgias), decaimiento, dolor de cabeza, etcétera. Por supuesto ni estás para el trabajo ni para los amigos.

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Luego si  el/la  paciente no tiene estos síntomas bastante característicos y que ocurren en un período de muchos casos (epidemia, incluso familiar) se tratará probablemente de un catarro común ya sea por rinovirus (ver post "La epidemia de septiembre"), de los que hay más de 100 diferentes, coronavirus, VRS, etcétera, de los cuales todos los años tendremos varios episodios.

En niños pequeños los síntomas de la gripe pueden ser distintos y poco típicos, presentando fiebre alta, aparentemente sin foco detectable, con lo cual los pediatras preocupados de que se trate de una sepsis (infección  muy grave de la sangre por una bacteria, mientras que en la gripe se trata de un virus) pueden solicitar al paciente análisis de sangre, orina, radiografías, punción en la espalda para analizar el líquido que rodea cerebro y meninges y, a veces, ingreso para tratamiento antibiótico. 

Es preciso recalcar que aparte de la sospecha clínica hay test diagnósticos, cada día mejores, con muestras de nasofaringe (yo los uso) que aunque no perfectos te aclararán muchos casos pudiendo evitar analíticas y tratamientos antibióticos innecesarios.

En resumen: hay que hacer un diagnóstico correcto y si hay dudas o sospechas  confirmarlo si se dispone de los test adecuados.

Mitos sobre las vacunas de la gripe:

1.-Producen gripe peor o igual que la propia enfermedad

Falso. Las vacunas de la gripe están preparadas a base  de virus fraccionados (como pasados por la batidora) y por tanto no están vivos y no pueden producir la enfermedad pero, sin embargo, el organismo si detecta proteínas del virus contra las cuales forma anticuerpos y produce inmunidad ( defensas); ni siquiera producen catarro; si que pueden producir molestias en el punto de la inyección y un 5% de pacientes experimentan fiebre y malestar.

2.- La vacuna no sirve:

Falso, lo que si es cierto es que no es efectiva al 100% (dime qué). Es que la vacuna se diseña por una vigilancia epidemiológica mundial que hace la Organización Mundial de la Salud (OMS) y según los casos que va detectando en el hemisferio contrario -donde las epidemias de gripe se dan en la época de nuestro verano-,se elabora la vacuna para la próxima temporada pero ese proceso es largo y a veces cambian los virus de la gripe (mutan se dice, lo cual  es una capacidad muy desarrollada en este virus) y a veces no coincide totalmente el virus de la epidemia con el de la vacuna. este año con los datos de Australia, donde ha habido más casos que años anteriores, se ha considerado la correlación como moderada. 

3.- Me vacuné y me dio más fuerte la gripe que en años anteriores:

Falso; si tienes anticuerpos contra una enfermedad infecciosa nos defendemos mejor, no peor. Las vacunas intentan imitar la parte buena de sufrir una enfermedad que es desarrollar defensas e inmunidad contra ella, sin padecer los síntomas (estos  serían la parte mala de la enfermedad). Por eso los adultos padecemos menos catarros que los niños porque hemos tenido, a lo largo de nuestra vida, distintos procesos infecciosos y hemos desarrollado anticuerpos protectores. Si no fuera así los adultos tendrían los catarros más frecuentes y graves que los que padecen los niños.

4.- Bueno, doctor  me ha convencido pero la gripe es leve:

Falso. Puede ser grave. Muy peligrosa en embarazadas, en personas mayores, en personas con enfermedades crónicas como asma, EPOC, diabetes, personas mayores, etcétera. En niños pequeños son frecuentes las complicaciones como otitis, sinusitis  y a veces, neumonía y, con frecuencia empeora el asma. La tos tras la gripe puede durar varias semanas. También es peligrosa además en prematuros.Y se la trasmiten a estos grupos las personas que, insolidariamente (no por culpa solo de ellos, sino más bien de nosotros, los profesionales de salud) no se vacunan.

La única manera de evitar la diseminación de la enfermedad y las muertes que produce es la vacunación. Vacunación solidaria pues aunque no estemos en grupos de riesgo - nunca se sabe del todo- al no padecer  la enfermedad por estar vacunados, no la pasaremos a mayores, niños y enfermos. Yo, desde luego, me la pongo cada año y nunca me he arrepentido ni me ha dado más fuerte, ni nada por el estilo, y nunca he tenido reacción y estoy pendiente de poder ir al centro de salud para ponérmela.

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Es de uso universal en Estados Unidos, Méjico (allí se inició la pandemia de 2009 en la que murieron varios jóvenes -si, recalco jóvenes previamente sanos- canarios y embarazadas) y Cánada.

En España la Asociación Española de Pediatría recomienda administrarla a grupos de riesgo y luego a todos los niños/niñas si el médico lo considera oportuno y los padres están de acuerdo.

recomendaciones AEP:

Grupos de riesgo: niños a partir de los 6 meses de edad y adolescentes en determinadas situaciones o con enfermedades de base.

- Niños sanos a partir de los 6 meses de edad, adolescentes y adultos sanos que convivan con pacientes de riesgo.

- Miembros del entorno familiar cuando existan lactantes menores de 6 meses de edad con factores de riesgo, ya que estos no pueden recibir la vacuna antigripal.

- Todos los profesionales sanitarios.

Eso se dice de puertas afuera. De puertas adentro se dice que probablemente deberíamos ponerla a todos los niños pero que como no es tan efectiva como otras vacunas ( por ejemplo la de la difteria o el tétanos) y encima hay que pinchar una o dos veces a los niños, que a lo mejor hay que esperar a que salgan vacunas mejores, que en este momento están siendo desarrolladas y que pronto no tendrán que repetirse cada año. Yo creo que hay que usar las vacunas que se tienen porque vamos a evitar algunas muertes, muchas consultas y bastantes sustos.

www.vacunasaep.org

Salud, vacúnate y buen provecho.

Fuentes para elaborar esta entrada:

de la Flor Bru, Josep. Gripe. En: Hidalgo Vicario MY y  Montón Álvarez JL. Vacunas. Algo más que el calendario vacunal. Cuestiones y respuestas.   3ª ed. 2017.AEPap-SEPEAPMadrid. Páginas 117-131. Nota: Estupenda y práctica y realizada por mi gran amigo y líder pediátrico, Josep.

Uyeki TM. Influenza viruses. En: Cherry JD, Harrison et al. Feigin and Cherry´s Textbook of Pediatric Infectious Diseases. 7º ed. 2013. Elsevier. Philadelphia. Págs 2326-2359.

Se pueden ver tambien las web  del CDC  (www.cdc.gov/flu) y el manual de vacunas on line de la AEP (ww.vacunasaep.org).