El megaloeritema epidémico "golpea" a los niños canarios:


Estos días estamos asistiendo en Las Palmas a una epidemia de megaloeritema epidémico (supongo que habrá una situación similar en las otras islas), conocido popularmente como "enfermedad de la bofetada" o, con una descripción muy de los canarios, como "enfermedad de la galleta",  pues en estas tierras dar una galleta es lo mismo que dar una bofetada.

El megaloeritema epidémico se denomina también "eritema infeccioso" y "quinta enfermedad"; esta última denominación es muy poco útil y persiste por inercia o tradición y se basa en que en su momento se numeraron las enfermedades infecciosas con exantema (erupción en la piel)  y se colocó al megaeritema en el quinto lugar:
1.- Primera enfermedad, se denominó al sarampión.
2.-Segunda enfermedad, la escarlatina.
3.-Tercera enfermedad, la rubeóla.
4.-La cuarta enfermedad parece que era una descripción de una mezcla de rubeóla y escarlatina que ya no se considera como tal.
5. -La quinta es la que nos afecta, el megaloeritema epidémico.
6.- El exantema súbito, causada por el Herpesvirus tipo 6, es la sexta.

Parvovirus B-19

El megaloeritema es producido por un virus denominado parvovirus B-19 ( parvovirus quiere decir virus pequeño), descubierto en 1974.





Esta enfermedad se caracteriza porque tras un período de incubación que promedia unos 15 días, aparece en ambas mejillas un exantema que les da aspecto de "mejillas abofeteadas" y que en las siguientes horas se extiende a brazos, piernas y tronco, puede acompañarse de febrícula (fiebre baja) y algún síntoma de resfriado. 


En un 50% de los casos produce picor y sobre todo en los hombros produce una imagen reticulada (nunca olvidaré la primera descripción del megaloeritema que oí al Dr. don Manuel Bueno, primer catedrático de Pediatría de la Universidad de La Laguna, que decía que los italianos describían el exantema del megaloeritema como  el "piu bello"). La enfermedad predomina a finales de invierno e inicios de primavera.
El exantema puede empeorar con sol, calor o estrés y puede aparecer y desaparecer en un lapso de 1-3 semanas. Su evolución es benigna y se cura espontáneamente, sin ningún fármaco, aunque si el picor es molesto pueden administrarse antihistaminicos y paracetamol para la fiebre o el malestar. 
Se calcula que se contagian un 30% de los contactos en el hogar y entre un 10-60% en las escuelas.  Es importante saber que el paciente ya no es contagioso cuando aparece la erupción, aunque, al ser muy visible para todos, los pacientes suelen ser enviados a su domicilio desde colegios o guarderías. No existen vacunas disponibles.
Respecto a posibilidad de evolución más seria, ello es rarísimo y solo indicar que en pacientes afectos de anemias hemolíticas crónicas puede causar crisis aplásicas transitorias (detención de la producción de glóbulos rojos por la médula). En las embarazadas el curso suele ser benigno y no produce malformaciones, pero en algunos infrecuentes casos se produce una anemia grave en el feto; en adultos puede producir artritis transitoria, pero al menos un 50%  de adultos lo han padecido de pequeños, aunque no lo recuerden o lo  hayan padecido de manera poco sintomática, y por tanto son inmunes, pues la inmunidad que provoca la enfermedad perdura toda la vida.

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