Tos en los catarros
La tos constituye un motivo de
consulta muy frecuente en Pediatría, pero siendo un síntoma que normalmente acompaña
a procesos catarrales poco importantes, origina muchas veces gran preocupación
en los padres, por la duración de la misma y la repetición de los procesos,
llegando incluso a alterar la calidad de vida de la familia, sobre todo por los
despertares nocturnos.
Antes que nada, recordar que la
tos (junto al cierre reflejo de las vías respiratorias al deglutir líquidos o alimentos
y la producción de moco, que atrapa partículas respiradas y microorganismos que
luego son expulsados), es un mecanismo de defensa esencial del aparato
respiratorio para ayudar a expeler materiales o substancias inhaladas (por
ejemplo tapones de moco o un cuerpo extraño, como un fruto seco, que
intenta llegar al aparato respiratorio inferior).
Por la procedencia de la tos podemos
distinguir 2 variedades:
La tos procedente de las vías respiratorias inferiores, la cual intenta proteger y limpiar las mismas, que es muy útil para defender la integridad del sistema respiratorio inferior, formado por laringe, tráquea,
bronquios y parénquima pulmonar; por tanto, es una tos que se debe respetar y no
se intentará suprimir la tos, sino la causa de la tos.
En muchas ocasiones la tos se origina en las
vías respiratorias altas, nariz, garganta e incluso oídos, por la estimulación
de unos receptores de distinto tipo localizados en dichos tramos, y cuya
utilidad es discutible; en determinadas circunstancias y edades este tipo de tos puede tratarse, tras minucioso historial y examen físico del paciente.
Por su carácter podemos describir
2 tipos de tos:
Seca: propia
de la rinitis alérgica y el asma.
Húmeda, se nota que mueve flemas o secreciones, también llamada productiva (aunque en realidad, los niños pequeños no
expectoran), propia de la sinusitis, bronquitis, bronquiectasias, neumonías y otros
procesos menos comunes como fibrosis quística, discinesia ciliar, etcétera.
Tos característica de
determinados procesos
Tos
perruna de la laringitis o croup (falso croup, comúnmente)
Tos
de la tos ferina.
Tos psicógena
(muy fácil para el médico experimentado, pero es un diagnóstico al que hay que
llegar excluyendo otras patologías, antes de comunicarlo a la familia)
Por su duración:
Aguda, menos
de 3 semanas.
Subaguda:
entre 3 y 8 semanas.
Crónica. Más
de 8 semanas.
Imagen de www. SlideShare: Universidad de Michoacana de San Nicolás de Hidalgo |
Duración normal de la tos en los catarros
En los niños sanos la causa más
común de tos son las infecciones respiratorias de vías altas, los catarros, a
las cuales los niños son más sensibles por la falta de experiencia de su
sistema defensivo inmunológico (se defienden mal al primer contacto con un microorganismo
nuevo, de los que existen centenares, y muy bien desde el segundo, al disponer
de anticuerpos específicos contra dicho virus o bacteria). Pues bien, los niños
sanos, y esto es muy importante, pueden sufrir entre 2 y 10 catarros en los
meses de otoño, invierno y primeros meses de primavera. En estos procesos
catarrales benignos, la tos dura unos 10 días, en casi la mitad de los niños y,
en un 10% de los niños puede persistir hasta 25 días.
Si hacemos cuentas, en
casos promedios tendremos, con 5 catarros con 8 a 12 días de tos, resultan 40 a 60 días
de tos, y en casos más extremos, de niños también normales, con 10 catarros y
con 20 días de tos, tendremos unos 200 días de tos, todo ello en los 3-5 meses que hay
desde finales de otoño a fin de primer mes de primavera (pacientes tosedores).
¿Cuándo preocuparse?
Tos con expectoración persistente,
pues los niños no suelen expectorar sus flemas.
Tos que no mejora después de unos
10 días, acompañada de secreción nasal purulenta (como pus), tos diurna y sobre
todo nocturna (a valorar posible sinusitis).
Tos que no mejora en ningún
momento: los catarros seguidos suelen tener mejoría entre uno y otro, o incluso
algunos días libres de síntomas.
Imagen de www.educapeques.com |
Procesos catarrales y de tos que
no mejoran en verano y siguen siendo muy frecuentes.
Catarros que no son benignos,
sino que se complican con otitis repetidas o severas, neumonías, mastoiditis,
etcétera.
Tos después de un episodio de
sofocación o aspiración de un cuerpo extraño sin que se haya visto eliminar el
mismo y que puede reaparecer tras unos días sin síntomas tras el episodio agudo.
Catarros que terminan con mucha frecuencia en broncoespasmo.
Tos crónica.
Con este panorama es normal que
padres de niños normales estén muy preocupados e incómodos.Debemos recordar por tanto a los padres que la tos es
un proceso defensivo normal en los catarros y que estos se duplican con la
asistencia a guardería (o expresado de otra manera: los catarros disminuyen a
un 50% si el paciente no acude a la guardería) y que por eso y por los mocos, a
los niños pequeños se les ha denominado de siempre “mocosos” (aunque parece ir
en desuso el término) y que hay que contar con catarros repetidos y tos
correspondiente. Por supuesto lo anterior no exime de que el pediatra realice historia clínica y exploración del paciente, para confirmar que la tos se debe a catarros benignos repetidos y descartar otros procesos para, en su caso, aplicar el tratamiento indicado.
Fuentes para realizar esta entrada:
Medical Progress:
1.- Goldsobel A, Chipps BE. Cough in the pediatric population. J Pediatrics 2010; 156:352.
Review:
2.- Shields MD, Thavagnanam ST. The difficult coughing child: prolonged acute cough in children. Cough 2013; 9:11.
State of the art:
3.- Chang AB et al. Protracted bacterial bronchitis: The last decade and the road ahead. Pediatric Pulmonology 2016; 51:225
Fuentes para realizar esta entrada:
Medical Progress:
1.- Goldsobel A, Chipps BE. Cough in the pediatric population. J Pediatrics 2010; 156:352.
Review:
2.- Shields MD, Thavagnanam ST. The difficult coughing child: prolonged acute cough in children. Cough 2013; 9:11.
State of the art:
3.- Chang AB et al. Protracted bacterial bronchitis: The last decade and the road ahead. Pediatric Pulmonology 2016; 51:225
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