¿Se puede diagnosticar Asma en los niños pequeños?

Con motivo del Día Mundial del Asma, que se celebra todos los años el primer martes de mayo, les presento esta entrada que precisamente trata si se puede diagnosticar o no asma en los niños pequeños (lactantes y y preescolares).

Cartel Oficial del Día Mundial del Asma 2019


Muchos niños pequeños sufren episodios de broncoespasmo, sobre todo en relación con infecciones víricas, que luego dejan de presentarse con la edad, al desarrollarse el aparato respiratorio y mejorar el sistema defensivo (inmunológico) y esta evolución favorable ocurre en 3 de cada 4 lactantes y preescolares que han sufrido episodios de broncoespasmos repetidos.

 Pues bien la cuestión que se plantea es: ¿se les debe diagnosticar de asma?, y en caso de respuesta positiva ¿a partir de que edad? ¿cuando puedan hacer una espirometría o solo con los datos de la historia clínica? o, al contrario, se les debe etiquetar de manera alternativa, por ejemplo: ¿sibilantes recurrentes?

Asma en lactantes- Evolución
Imagen de www.sap.org.ar/docs/congresos_2018/

La mayoría de autores aceptan el diagnóstico de asma en niños que han sufrido 3 episodios de broncoespasmo, si sus rasgos  no encajan en otro proceso respiratorio y si responden al tratamiento con corticoides y broncodilatadores, aunque la mayoría no abordan el tema de si ese diagnóstico es posible en pacientes que luego quedan sin síntomas, mientras que  otros autores indican que el diagnóstico es provisional (Consejo Nacional Australiano de Asma) y que puede desaparecer con el tiempo (International Consensus on Pediatric Asthma) o que no son verdaderos asma (Work Group of the Clinical Practice Guide on Pediatric Asthma).

 Al contrario, la Sociedad Respiratoria Europea (ERS), no recomienda ese diagnóstico en menores de 6 años, opinión que, modestamente, comparto por 2 razones:

 Las connotaciones desagradables que conlleva el diagnóstico y además porque al etiquetar a los pacientes como asmáticos se les somete, indiscriminadamente, a tratamiento con corticoides (un único traje para todas las tallas), cuando sabemos que si no tienen pruebas alérgicas positivas, ni aumento de IgE total, ni aumento de eosinófilos en el análisis de sangre, es poco probable que haya respuesta a los corticoides inhalados y es más probable que el proceso remita.
Si al practicar pruebas de alergia me resultan positivas entonces si considero el diagnóstico de asma e inicio, sin duda,  el tratamiento con corticoides inhalados.

En cualquier caso las guías indican que si no hay respuesta a los corticoides deben retirarse pero este camino parece sin retorno y pocos clínicos lo desandan. Otras guías, como GINA,  indican que el diagnóstico de Asma es más probable si mejoran con corticoides inhalados como preventivos y si empeoran al retirarlos, pero tampoco es un camino que suela recorrerse, porque es lógico que ningún médico quiera retirar un tratamiento si considera que el paciente puede empeorar.

En cualquier caso, respeto  aunque no comparto la decisión mayoritaria respecto al nombre (aunque no se trata de democracia) y considero que lo importante, terminología aparte, es vigilar a estos pacientes, abortar las crisis lo antes posible y hacer un seguimiento adecuado que debe incluir no indicar corticoides alegremente y solo aceptar las indicaciones de algunas guías para el diagnóstico pero no para instaurar un tratamiento de prueba y luego retirarlo si no funciona.
Como indica el lema del Día Mundial del Asma con sus siglas STOP: Testar o probar el tratamiento, Observar y luego Proceder a ajustarlo.

Salud y saludos.

Moral L, et al. Asthma diagnosis in infants and preschool children: a systematic review of clinical guidelines. Allergol Immunopathol (Madr).2018. https://doi.org/10.1016/j.aller.2018.05.002.
Bacharier LB,  et al. Diagnosis and treatment of asthma in childhood: a PRACTALL consensus report. Allergy 2008;63:5-34.
Pavord ID. Et al. After asthma: redefining airway diseases. Lancet 2017; published online September 11.
Camargo CA. Transformational thinking about asthma. Lancet 2017; published online September 11.

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