Cuando se inició la pandemia por el coronavirus (SARS-CoV-2) se hicieron muchas hipótesis sobre el coronavirus:
Imagen CDC |
Por un lado, las basadas en las epidemias previas por coronavirus del SARS y el MERS. Como el SARS se controló, y desapareció, y el MERS quedó reducido a casos esporádicos, se hicieron previsiones optimistas, suponiendo que se controlarían fácilmente unos pocos casos, previsiones que resultaron erróneas y que han aumentado, posiblemente, el número de víctimas al no tomarse antes de tiempo medidas para disminuir el impacto de la pandemia.
Por semejanza con las epidemias de gripe,se supuso que los niños podrían ser, como en dicha enfermedad, los que más la trasmitirían y en base a esa suposición, se fundamentó el cierre de colegios, escuelas y guarderías.
¿Qué sabemos a día de hoy, tras varios meses de pandemia?
Pues que el SARS-CoV-2 funciona de un modo muy distinto al virus de la gripe. Así:
1.-Los niños padecen menos la enfermedad que los adultos:
Aproximadamente solo un 2% de los casos son niños; la padecen con síntomas más leves, aunque hay casos, muy raros por suerte, de una enfermedad similar a la enfermedad de Kawasaki- síndrome tóxico, denominada "síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico".
2.- Los niños transmiten menos que los adultos:
Imagen de https://www.eluniverso.com/larevista/2020/04/05 |
En un estudio en Ginebra, Suiza, de 4310 casos confirmados de SARS-Cov-2, en los que se investigó a los casos y a los contactos de la vivienda familiar, se detectaron 39 casos en niños y adolescentes menores de 16 años; pues bien, de esas 39 familias solo en 3 casos el primer contagiado ( lo que se denomina "caso índice") de la vivienda familiar era un menor, en los otros 36 casos el primero, caso índice, era un adulto.
Otra muestra: de 68 niños con COVID-19 confirmado hospitalizados en un hospital chino, 65 fueron contactos familiares de un adulto previamente infectado.
Tercera y última: un niño francés de 9 años infectado simultáneamente por SARS-Cov-19, picornavirus y gripe A, estuvo en contacto con 80 compañeros en su colegio y muchas personas en una estación de skí, y aunque se detectaron múltiples casos de gripe entre los contactos, ninguno de Covid-19.
Todo ello pese a que se ha demostrado que la carga viral (la cantidad de virus que se tien en garganta o fosas nasales) es similar en niños y adultos.
En resumen, los niños sufren menos la enfermedad que los adultos, habitualmente de modo más leve y además son contagiados por los adultos más veces que ellos contagian a sus mayores. Si estos datos son firmes, como parece, habrá que considerarlos para la reapertura de colegios y escuelas, frente al daño que supone a los niños y sus familias el cese de la actividad escolar.
Más que nunca, saludos y salud
Fuentes para redactar esta entrada:
1.-Lee B, Raszka WV, COVID-19 Transmission and children: the child is not to Blame
2.-Kosfay-Barber KM et als. COVID-19 in children and the dynamics of infection in families. Pediatrics 2020. DOI: 10.1542/peds.2020-1576.
3.- Wu Q et al. Co-infection and other clinical characteristics of COVID-19 in children. Pediatrics 2020. DOI:10.1542/peds.2020-0961.
4.- Munro APS, Faust SN. Children are not COVID-19 super spreaders: time to go back to school.
Arch Dis Chil 2020. http://doi.org/10.1136/archdischild-2020-319474.
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