¿De qué se trata?
Una formación inadecuada de la cadera del bebé, que puede empezar
1) antes de que nazca el bebé, dentro del útero materno,
2) de inicio posterior, a medida que se debe ir desarrollando adecuadamente la cadera del recién nacido y lactante, y no lo hace, por eso se habla actualmente de displasia de desarrollo de cadera (DDC), y no como antes de displasia congénita (presente al nacer) de cadera.
Conceptos básicos para entenderlo:
La parte redonda del hueso fémur (cabeza femoral) encaja en una cavidad de la pelvis llamada cotilo (quiere decir copa) o acetábulo (recipiente para vinagre), formando la articulación coxo-femoral, cuyo correcto funcionamiento nos permite tener estabilidad y soportar nuestro peso y, al mismo tiempo, tener movilidad y poder desplazar la cadera delante, atrás y ambos lados.
Imagen de www.paradigmia.com
¿Qué ocurre si la cabeza femoral no está en su sitio, o si la cavidad es poco profunda y no puede albergar la cabeza femoral?
Pues que la cadera no se desarrollará adecuadamente y podrá aparecer cojera pero, como el niño no se pone de pie y camina hasta los 9-12 meses, cuando se descubra será más difícil el tratamiento que si el diagnóstico fuera precoz.
Factores predisponentes:
Sexo femenino: se supone que por las hormonas femeninas.
Presentación de nalgas en el parto.
Antecedentes familiares.
¿Cómo se detecta?
Sucede que en la DDC el bebé no siente dolor y además estando tumbado mueve aparentemente bien sus piernas con lo cual el problema pasa fácilmente desapercibido.
Para evitar esa penosa situación los pediatras exploran a los bebés con el denominado signo de Galeazzi y unas maniobras denominadas de Ortolani y Barlow.
Maniobra de Barlow: se intenta sacar la cabeza del fémur de la articulación, cosa que no debería ocurrir. La cadera es luxable. Imagen de www.cerebromedico.com.
Hay que conocer que estas maniobras no son muy fáciles de realizar e interpretar y que no sirven pasadas unas semanas, cuando el bebé es más grande y tiene músculos más poderosos, pero precisamente como indicamos al principio, la cadera puede parecer que está bien al nacer y luego desarrollarse mal (por eso, recordemos, se habla de Displasia del desarrollo de la cadera DDC o displasia evolutiva).
La ecografía de la cadera nos permite, entre 1 y 4 meses de vida (antes del mes hay poco cartílago y después de los 4 meses demasiado desarrollo óseo, lo que va dificultar respectivamente la ecografia), valorar la posición de la cabeza del fémur y el desarrollo adecuado de la cadera, sin hacer radiografías y, además, pudiendo repetirse la exploración cuantas veces se quiera para un mejor control y por eso hemos incorporado esa técnica a nuestra cartera de servicios.
Pues, como siempre, saludos y Salud.
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